domingo, 8 de abril de 2012

La maleta mexicana

En diciembre de 2007, al International Center of Photography (ICP), llegaron tres cajas de cartón en muy malas condiciones: contenían los negativos de Robert Capa sobre la guerra civil española. Circulaban rumores sobre ellos, pero no fue hasta 1995 cuando los rumores dejaron de ser meras conjeturas, tomando algo más de cuerpo la idea de que existían. Estos desaparecieron del estudio que Robert Capa tenía en París, al principio de la segunda guerra mundial. Las cajas contenían los negativos no solo de Capa, si no también de otros grandes fotógrafos de la guerra civil: la fotógrafa Gerda Taro y David Seymour, también conocido como Chim.
Las fotografías están tomadas entre los años 1936 y 1939, y conforman un testimonio de valor incalculable sobre los derroteros que tomó la guerra, y de como se intentó frenar el fascismo en el mundo.
En estas cajas, podemos encontrar imágenes tomadas por Capa de Madrid, la batalla de Teruel, la del Segre o el éxodo Catalán, entre otras muchas. De Chim, encontramos fotografías tomadas en Extremadura, País Vasco, la batalla de Oviedo, y los famosos retratos de Dolores Ibárruri-La pasionaria. Gerda Taro, tomó sus fotografías en el puerto de Navacerrada, el frente de Segovia, Valencia, o la batalla de Brunete, donde murió el 25 de Julio de 1937.
No se sabe como llegarón los negativos hasta México, pero en 1939 cuando el ejército nazi cercaba París, Robert Capa, zarpó rumbo a Nueva York, y fue hecho prisionero por ser simpatizante comunista. Dejó en su estudio de París todos sus negativos, y en ese mismo año, su ayudante de laboratorio, metió los negativos en un paquete para enviarlos a México, pero por casualidades de la vida, terminó a salvo en el consulado Chileno. Finalmente, se sabe que "la maleta" llegó a manos del general mexicano Francisco Aguilar González entre los años 1941 y 1942, sin datos que arrojen un poco de luz sobre el modo en que llegaron hasta el.
Los negativos de "la maleta mexicana", fueron encontrados entre los enseres personales del general Francisco Aguilar, por el director de cine mexicano Benjamín Tarver, quien a su vez los heredó de su tía; amiga personal del general. Tras una serie de casualidades y vicisitudes, los negativos llegaron al ICP.

Poco más o menos, y "atajando" mucho, es como los negativos de la maleta mexicana vieron la luz. Son unos documentos de valor incalculable; aunque el señor Tarver nunca vio ni un solo céntimo por ellos.
Ahora tenemos la posibilidad de disfrutar de ellos en una exposición itinerante, que recorre el mundo, o  a través del libro del mismo nombre coeditado por La Fábrica y la fundación Pablo Iglesias. Consta de 592 páginas, en las que se cuenta la historia de los negativos, y la edición de los negativos en si, y tiene un precio de 85 euros.
Es un libro recomendadísimo para todos los amantes del fotoperiodismo, el periodismo de guerra, la historia, y la fotografía en general.






También se ha realizado un documental sobre el periplo de los negativos, por la directora Trisha Ziff, yo dejaré una parte de el, pero es fácil encontrarlo completo por la red a poco que se busque.




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